A mis 20 años pienso que la casa azul es un grupo genial. Soy casi un estudiante normal si no fuera porque es lo último que hago en la universidad. He llevado cursos de contabilidad y ecología, pero en mi carnet sigue diciendo psicología. Me gusta leer cuando no estoy jugando con la PS3. La vida no me ha tratado mal, y aunque quisiera, no tengo Asperger. Soy algo inseguro, creo, no estoy seguro. Heterosexual por naturaleza y homosexual por mayoría de votos. A veces salgo a pasear bajo la lluvia, pateando los charcos y regresando como un perro mojado. Juego calabozos y dragones los domingos, preparo mi aventura todo el resto de la semana. A veces toco mi guitarra, si pudiera aprender más de tres canciones, sería mejor. No recuerdo mi número celular, ni donde lo dejo en las mañanas, ni pagar el recibo a fin de mes. Mi perro se llama Smaug y quizá sabe más que yo de la vida. De lo que estoy seguro es que fue él quien me adoptó a mi, porque a su lado cada esquina es un hogar. Sus ladridos por las mañanas, su manera de pedirme comida en el almuerzo y su cariño incondicional hacen que me sienta cada vez menos un perro de la calle.